Consideramos que contribuimos a la seguridad de las familias al trabajar para que sus integrantes desarrollen las competencias necesarias para tener un Pensamiento Complejo, dado que un individuo con mayores elementos para realizar un juicio es un individuo más seguro; seguro en cuanto a la certeza de ser competente y seguro en cuanto a que las decisiones que tome serán pertinentes al evitar el mayor riesgo posible para él, los suyos y la sociedad.
A mayor competencia para la razonabilidad, mayor seguridad no sólo para el individuo en cuestión, sino para todos los que conformamos la sociedad; a todos nos conviene ser y estar rodeados de individuos competentes para razonabilizar, para establecer juicios considerando los mayores elementos posibles.
El Colectivo a Favor de la Infancia está comprometido en favorecer el desarrollo del Pensamiento Complejo. Coincidimos, con el profesor Hipólito González Z, pues creemos que es importante establecer una distinción entre la acción de criticar, criticar por criticar, y lo que nosotros entendemos por pensar críticamente.
En forma sintética podríamos decir que pensar críticamente es decidir en forma razonada y reflexiva qué creer o qué hacer.
En forma más elaborada podríamos citar aquí a Kurland (1995), quien refiriéndose al pensamiento crítico ha escrito:
"En sentido amplio, pensar críticamente está relacionado con la razón, la honestidad intelectual y la mente amplia en oposición a lo emocional, la pereza intelectual y la mente estrecha. En consecuencia, pensar críticamente involucra: seguir el hilo de las evidencias hasta donde ellas nos lleven; tener en cuenta todas las posibilidades; confiar en la razón más que en la emoción; ser preciso; considerar toda la gama de posibles puntos de vista y explicaciones; sopesar los efectos de las posibles motivaciones y prejuicios; estar más interesado en encontrar la verdad que en tener la razón; no rechazar ningún punto de vista aún cuando sea impopular; estar conscientes de nuestros prejuicios y sesgos para impedir que influyan en nuestros juicios".
Pensamos que ahora el mundo es muchísimo más complejo de lo que era apenas cincuenta años atrás, después de las dos guerras mundiales. Creemos que el último cuarto del siglo XX se caracterizó por dos cosas principalmente. En primer lugar, a nivel mundial, el surgimiento de conciencias de grupos diferenciados con nuevos y diferentes códigos de ética y con morales diferentes tratando de convivir. A nivel nacional el fenómeno creciente de la delincuencia, que tiene en jaque al estado y que se financia a través del narcotráfico y el secuestro, la corrupción política y administrativa; la pérdida de credibilidad de los políticos y el escepticismo de la mayoría de los mexicanos acerca de nuestro futuro como nación viable, segura y democrática. En segundo lugar los dramáticos cambios tecnológicos especialmente en el campo del procesamiento y distribución de información lo que ha conducido a que el individuo actual cuente con abundante información obtenida a través de diferentes fuentes. La información está disponible a través de fuentes tradicionales como bibliotecas, periódicos, televisión, radio, y a través de fuentes no tradicionales especialmente Internet.
Para utilizar un lugar común, existe una explosión de información y cada vez es más difícil estar seguros de su validez y de su autenticidad, sumado a los peligros que esto representa para un individuo poco razonable, se suman el que los esfuerzos y avances de la educación escolarizada para usar con una clara intención educativa todas las posibilidades de la tecnología, a través de la capacitación de los maestros en ejercicio y en formación, son insuficientes; los resultados de nuestro nivel educativo dista mucho de darnos tranquilidad frente a las posibilidades de que la familia padezca las consecuencias de ello y, por ende, el país entero. La injusta distribución de la riqueza, la creciente cultura de la violencia, el paradigma de la aldea global cuando nuestra idiosincrasia nos lleva a la inmediatez; el sentimiento de profunda soledad causando estragos en jóvenes y adultos con mayor estrés y enfermedades psicosomáticas; mayores y mejores estrategias para crear adictos a todo tipo de droga, a edades cada vez más tempranas, etc.
Pero si en este momento el mundo es tan complejo, ¿nos podemos imaginar cómo será dentro de cinco, diez, quince o treinta años, cuando los niños actuales y los que están ahora naciendo se incorporen efectivamente a la vida política y económica de México?, ¿y dentro de cincuenta o sesenta años?.
Creemos sinceramente que para que el mundo sea mejor en el presente y futuro deberemos contar con ciudadanos que piensen críticamente y manejen bien la información desde el presente, en este momento, sin postergar la ineludible necesidad.
Creemos que el desarrollo de estas dos capacidades: (el saber qué hacer con la información y el pensar críticamente) es el reto ineludible que tenemos los educadores y la sociedad quienes educaremos o padeceremos a sus habitantes, tal como ahora los gozamos o padecemos.
No podemos adoptar una actitud pasiva ante el fenómeno responsabilizando a la escuela tan sólo, tenemos todos que responder, transformar en hechos nuestra responsabilidad. La pregunta entonces es ¿qué haremos con nuestro presente que dará un futuro de adultos no competentes para pensar de manera crítica, creativa y ética?.
¿Acaso exista un lugar seguro para esconderse de los efectos de una sociedad que se inunda de información y en donde la inmensa mayoría de los ciudadanos no sabrá que hacer con ella – como en este momento –‘?
¿Quién puede decir que está y estará a salvo de las consecuencias generadas por las decisiones que tomen personas no educadas en la razonabilidad? ….¿Usted?.
Si desea formar parte de esta y otras muchas acciones para mejorar las condiciones de las familias, llámenos, comparta sus inquietudes e ideas….somos un Colectivo, el Colectivo a Favor de la Infancia.
"No es grande quien transforma el estado de la materia, sino quien transforma el estado de la mente"
Gabino Barreda
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