CDIM: Centro para el Desarrollo de las Inteligencias Múltiples
Luis Fernando Paredes Porras
Pues si yo, el Señor y el Maestro, os he lavado los pies,
vosotros también debéis lavaros los pies unos a otros.
Porque os he dado ejemplo, para que también vosotros
hagáis como yo he hecho con vosotros”
Una lección básica para sobrevivir es aprender a realizar categorías, y para ello es requisito saber comparar, diferenciar, entre otras cosas, los opuestos: lento – rápido; arriba – abajo; frío – caliente; ligero – pesado, etc. Conforme el pensamiento se desarrolla y los niveles de abstracción se alcanzan, conceptualizamos lo bueno vs lo malo; la esclavitud vs la libertad; la felicidad vs tristeza; la vida vs la muerte, etc.
El hombre al igual que todo ser vivo reacciona a estímulos, pero es inherente a nuestra condición el aprender para poder desarrollar niveles de consciencia, y este desarrollo esta relacionado de manera directamente proporcional a nuestra capacidad de aprender y aprehender.
Todas las sociedades humanas requieren que sus integrantes aprendan y aprehendan los elementos de su cultura, y para ello han creado la figura del maestro. Todo maestro sabe y enseña. Pero no todo el que sabe, puede, quiere y sabe enseñar. Así que podemos afirmar que para que haya un maestro, deber existir la voluntad de enseñar. Le llaman a esta voluntad, vocación, el llamado. Pero no basta la voluntad de enseñar para alcanzar el grado de maestría, se requiere tener algo qué enseñar y luego, que este algo sea de valor para la sociedad en la que vivimos. Por ello es que hay maestros por todos lados, no sólo quienes se dedican de tiempo completo a la educación formal, con vocación, poca o nula. Hay grandes maestros que ni estudios formales tienen – algunos llegan a ser hasta gobernantes por otro tipo de habilidades que la escuela no les da – y otros han logrado guiar a la humanidad en el desarrollo de la consciencia individual y colectiva. Jesús, el nazareno es uno de ellos.
Jesús, el maestro, - me comenta el obispo de Tuxtepec, José Antonio Fernández Hurtado en las oficinas de la catedral – enseñó los tres últimos años de su vida. Su estrategia didáctica fue dar testimonio de manera intensiva y extensiva a sus 12 discípulos y a las multitudes.
- Qué vino a enseñar – pregunto-
- Cómo ser feliz – me responde al tiempo que saca de su escritorio un libro que comienza a hojear- cómo vivir el reino de Dios.
- ¿Y qué se debe aprender para estar ahí?
- Primero, valores, valores universales, por eso el mensaje del maestro Jesús es tan poderoso, porque enseñó paz y respeto…pero lo fundamental de su magisterio fue la congruencia entre su decir y su hacer, eso le permitió ser justo, si es que queremos hablar de él como maestro.
José Antonio Fernández Hurtado es Licenciado en Ciencias de la Educación, estudios que realizó en Roma, por ello le pregunto.
- ¿Cual podría ser el plan de estudios del maestro Jesús?
- Considero que las bienaventuranzas…en su conjunto pueden ser su programa de estudios, si lo ponemos en esa figura simbólica.
Son 8 las bienaventuranzas a las que se refiere el Obispo:
Bienaventurados los pobres de espíritu: porque de ellos es el reino de los cielos. Bienaventurados los mansos: porque ellos poseerán la tierra.
Bienaventurados los que lloran: porque ellos serán consolados.
Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia: porque ellos serán saciados
Bienaventurados los misericordiosos: porque ellos obtendrán misericordia. Bienaventurados los limpios de corazón: porque ellos verán a Dios. Bienaventurados los pacíficos: porque ellos serán llamados hijos de Dios.
Bienaventurados los que sufren persecución por la justicia, pues de ellos es el reino de los cielos.
La conversación fluye entre dos educadores, ambos interesados en el desarrollo del pensamiento complejo, él desde su obispado, yo desde el Centro para el Desarrollo de las Inteligencias Múltiples.
- Mira, - me dice acercándome el texto que viene hojeando - este documento lo hicimos en noviembre del 2009 los 120 obispos de México y se publicó en Febrero, una vez que una comisión pastoral social trabajo en las conclusiones. Conversamos sobre temas actuales y quiero pedirte que lo leas para después platicar, porque andamos en la misma búsqueda…para tener una vida digna es necesario desarrollar el pensamiento complejo y tú tienes esa especialidad – me dice mirándome a los ojos y no puedo dejar de reconocer que también sabe gestionar saberes colectivos, por lo que los restantes minutos hablamos de lo que podemos hacer de manera conjunta la diócesis y los proyectos culturales del CDIM.
- No hace mucho – me dice a punto de finalizar la plática - estuve en Israel preparándome en el camino neocatecumenal...si queremos servir debemos estar aprendiendo cómo compartir el evangelio…sabes, el maestro Jesús, viéndolo desde donde lo planteas con esta platica, vino a enseñar dos cosas, sólo dos. Para ello uso todo lo que pudo utilizar y dio inmejorables ejemplos con su propia vida..
- ¿Uno que le venga a la mente?
- Ates de su pasión, en el cenáculo, como lo narra Juan, le lava los pies a sus discípulos…eso es enseñar servicio y amor…le dice Pedro ¡maestro no nos puedes lavar los pies, eres nuestro maestro!...y bueno el resto lo sabemos. Si quieres ser buen maestro, sirve, sirve con amor …ven quiero que conozcas a mi equipo el cual sirve con amor a nuestro pueblo…
Acepté, conocí al equipo del Obispo, del cual se siente orgulloso y no pude evitar el volver a pensar que el hombre sabe hacer su trabajo de gestor. Fui por una entrevista y regresé comprometido a nuevos saberes colectivos….buena lección.
"No es grande quien transforma el estado de la materia, sino quien transforma el estado de la mente" Gabino Barreda
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