
Todos los de nuestra familia, moriremos, y aunque resulta obvio esta ley natural la mayoría de las ocasiones no estamos preparados para ella, y estar listos para la muerte es estarlo para la vida, es decir, vamos muriendo después de nacer y la forma de irlo haciendo es, también, una forma de ser feliz. Saber ir muriendo es hacer el esfuerzo por buscar y mantener nuestra felicidad, ese constructo personal sustentado en la percepción y valoración de lo que nos sucede y lo que provocamos.
En la educación formal básica de nuestro país, el currículo no aborda el tema de la muerte humana y de la propia muerte como materia de reflexión y estudio más allá de la cadena alimenticia o el ciclo de vida: nacer, crecer, reproducirse y morir. Consideramos fundamental ir educándonos para la muerte de nuestros seres queridos y la propia.

Si algo es útil para tomarle el gusto a la vida y resignarnos ante las despedidas, es la capacidad de generar y mantener una comunicación franca, asertiva, amorosa. Educarnos para aprender a dialogar sobre la vida y la muerte es tarea de todos, pues estamos vivos mientras vamos muriendo. Por fortuna existe mucha literatura y cada vez más personas que ayudan a aprender a vivir teniendo consciencia de la muerte, gracias a ello es que podremos ir presentando algunos de estos materiales con la intención de celebrar la vida y prepararnos para su ausencia.
LA ÚLTIMA VEZ
Si supiera que estos son los últimos minutos que te veo, diría te quiero y no asumiría, tontamente que ya lo sabes.
Siempre hay un mañana y la vida nos da otra oportunidad para hacer las cosas bien, pero por si me equivoco y hoy es todo lo que nos queda, me gustaría decirte cuanto te quiero y que nunca te olvidaré.
El mañana no le está asegurado a nadie, joven o viejo. Hoy puede ser la última vez que veas a los que amas. Por eso no esperes más, hazlo hoy, ya que si el mañana nunca llega, seguramente lamentarás el día que no tomaste tiempo para una sonrisa, un abrazo, un beso, y que estuviste muy ocupado para concederle a alguien un último deseo.
Mantén a los que amas cerca de ti, diles al oído lo mucho que los necesitas, quiérelos y trátalos bien, toma tiempo para decirles lo siento, perdóname, por favor, gracias y todas las palabras de amor que conoces.
“Nadie te recordara por tus pensamientos secretos. Pide al Señor la fuerza y sabiduría para expresarlos”.
Vamos, no te resistas, vence ese falso orgullo, demuéstrale a tu familia y amigos cuanto te importan, nunca tengas miedo de expresarte. Toma esta oportunidad para decirle a alguien lo que esa persona significa para ti. Tomate el día, y no tengas ningún arrepentimiento, pero lo más importante, mantente cerca de tu familia y amigos porque ellos te han ayudado a ser la persona que eres hoy y deberá de ser todo para ti de cualquier forma.
ANÓNIMO

Como educadores debemos reflexionar sobre la muerte a fin de poder ayudar a los niños ante una pérdida familiar y para poder mostrar, con más fuerza, el milagro de la vida.
"No es grande quien transforma el estado de la materia, sino quien transforma el estado de la mente"
Gabino Barreda
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